Es una característica intrínseca de la naturaleza la independencia del ser. Por lo general cada ser vivo cuenta con la capacidad de procurarse sus propios recursos para sobrevivir, alimento y sostenimiento; claro esta a partir de cierto grado de desarrollo. Para hacerse perdurable cuenta con la reproducción, que no es más que la multiplicación de la vida, la abundancia.
En el ser humano ese impulso de independencia puede convertirse facilmente en una iniciativa empresarial. La iniciativa es el impulso que enciende el fuego, está en las manos de cada uno alimentarla. Generar riqueza para sí y para su alrededor sería el gran logro esperado. También reflejaría el caracter del emprendedor, su capacidad y su poderio.
La generación de recursos puede hacerse de manera independiente, generando una actividad económica y productiva; o de forma dependiente, subordinado de alguna empresa. De cualquier manera desarrollará capacidades, sin duda el nivel alcanzado es relativo a la misma actividad que se desempeñe, y, como en el cálculo, a otras varias variables.
El punto es que hay una gran diferencia; siendo dependiente la fuente principal de los recursos esta sujeta a la voluntad de otra persona y a su capacidad. Cuando eres independiente la fuente de recursos se administrará según tu voluntad y tu capacidad, y obviamente de la naturaleza. En este caso el espectro de posibilidades es mayor a tu favor y apunta a que puedes ser lo que realmente quieres ser en la vida. Este debe ser un principio al cual no debe renunciarse nunca, a pesar de toda la adversidad que se presente, los obstaculos que sean; el éxito esta en la determinación para lograrlo. Ser lo que quieres ser. Emprende las acciones necesarias.
Crear empresa es algo así como lanzarse al vacio, sólo no lo hagas sin parapente o paracaidas para que sobrevivas.
Adelante!!! Sigue tu iniciativa Emprendedor. Construye tu propia empresa, tu propio arte.
Emprendet.com
Nadia Kirch
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